martes, 23 de junio de 2015

Lola Roca LXXXII

Lola Roca sonríe cada vez que tiene que da un mal paso, enseña los dientes la mayor parte de día. Le dio la vuelta a su discapacidad por eso usa todo para impulsarse hacia adelante.

Lola Roca tropieza a cada traspiés y así, tropiezo tras paso, paso tras tropiezo llega tan lejos que nadie se lo cree.

Nadie tenía fé en que alguien con una discapacidad física tan obvia en este mundo de escaleras  empinadas pudiera manejarse tan bien y sin dejar de sonreír.

Lola Roca deja asombro allá por donde va, no por su raro caminar, sino por el encanto que desprende.

Lola Roca ha pasado noches en autobús para llegar a la confluencia de mareas a la capital y tener que ir animando al resto de compañerxs, sin dejar de jalear el “sí, se puede” que es su motor vital.

Lola Roca es una valiente, tiene una profundidad en la mirada fraguada a base de esfuerzo y autosuperación.

Es toda agallas, no hay viento, ni marea, ni escalones lo suficientemente altos que puedan pararla.

Lola Roca es toda un ejemplo de que llegarás hasta donde te propongas, y además , si llegas sonriendo dejarás una bonita huella.

Toda ella es hermosura.

La puedes ver por cualquier calle, porque Lola Roca  va a todas partes, paseando a su perrita y disfrutándose la vida.

Amor de Lola Roca.


Foto de Alba Diaz Maese, su vergel paraíso particular, junio 2015. Te quiero manita shica!

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