jueves, 15 de octubre de 2015

Lola Roca LXXXIX

Lola Roca es una salvaje, así se siente y se define a sus amigxs.

Lola Roca pasa días, semanas, meses, eternidades enteras entre abrazo y abrazo porque 

el suyo es el módulo de aislamiento. Pero le merece la pena, porque es una salvaje a la 

que el sistema no podrá domesticar.

Lola Roca cayó entre rejas con el único colchón de la ideología ácrata.


Lola Roca recibe hasta los rayos de sol con barrotes, no hay ventana sin reja, ni patio con 


muros lo suficientemente bajos como para ver el cielo directamente. Hasta eso se lo tienen 

coartado.

A Lola Roca le leen sus cartas antes de enviárselas o dárselas, le da igual, porque sólo 


escribe verdades y recibe amor en forma de tinta.

Lola Roca no se ahoga entre tanta hambre autoinfundada, es la única herramienta a la que


le queda por acudir. Ya ha probado el hambre, igual que los abusos de poder y no sabe a 

cual de los dos le es más difícil hacerle frente.

Lola Roca no sabe ni dónde ni cuándo podrá salir en libertad a la calle, pero la libertad la 


lleva ya curtida dentro, en su interior, porque no se deja doblegar.

Hay abusos de poder que aunque sean legales no son legítimos, Lola Roca lo sabe.


Lola Roca grita libertad desde su celda para espantarse el frío.






Esta Lola Roca es Noelia Cotelo, presa anarquista.