jueves, 19 de febrero de 2015

Lola Roca LXX

Lola Roca es de las que cambia las sábanas una vez a la semana, de vez en cuando se permite no hacerlo los domingos.

Lola Roca parece una ardilla al sonreír y eso le hace mucha gracia.

Lola Roca tiene a la familia al norte, ella está orientada al sur.

Así, de vez en cuando, Lola Roca llora de nostalgia por su frío natal aunque se sabe afortunada de vivir en su extraordinaria tierra.

Lola Roca lleva frases en su lengua natal sobre la piel. Es capaz de leer, escribir, pensar y expresarse en muchos idiomas pero, a pesar de todo, a veces, siente que nadie la entiende.

Lola Roca es incapaz de manifestarse en multitudinaria procesión cuando siente que se le desborda su lucha interna.

Lola Roca ha cambiado sus monturas para enfocar la vida y ahora  se le ven los ojos más azules.

Lola Roca es adicta a las series de intriga, también a las películas malas que empiezan con una casa con jardín. Ella se quiere casar, por eso se cura los desamores.

Cuando Lola Roca está en crisis cambia su santo y seña en sus redes sociales.
Lola Roca está escalando y escalándose.

Lola Roca está cultivándose mucho, interiorizando y exteriorizando el “mens sana in corpore sano”. Lo hace a base de licuados, correr hacia adelante, asanas y reiki.

Lola Roca busca el equilibrio, busca el crecimiento armónico de su personalidad.Y ya no hay quien la pare.

Puerto Natales, Patagonia chilena, diciembre 2014.



Tevi m¬ilu!

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