Lola Roca tiene un mandala tatuado en el pecho y una frase a
fuego en la mente.
La misma frase, Lola Roca, la tiene tallada en madera,
porque se la regaló su madre.
Su particular mantra es “todo se pasa”, sin ápice de
pesimismo o negatividad.
Lola Roca sabe que todo en esta vida es avanzar y su camino
es todo hacia adelante.
Ella está en plena ebullición, es toda evolución, en
pleno crecimiento y maduración.
Lola Roca calza los zapatos que siempre ha querido, por eso
llega a todas partes, superando cualquier dolor de pies, rozadura o aspereza.
Lola Roca de ojos
vivos y pelos asimétricos, a veces no llega a las citas para depilarse. Se le hacen las noches eternas y las mañanas efímeras.
A Lola Roca, a veces, se le desborda la dulzura, pero ella
se sabe compensar, en cualquier sala de espera, a base de chocolatinas de
cualquier bar.
Lola Roca sueña con sus propios negocios de magia y fruta.
Está recibiendo señales importantes de la vida, se está convenciendo de que
creer es poder.
Se sabe rodeada de artistas porque es la amiga que toda musa
aspira a ser.
Parque Nacional de las Torres del Paine, Patagonia chilena, diciembre 2014. |
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