miércoles, 22 de abril de 2015

Lola Roca LXXVI


Lola Roca de su niñez sólo cuenta la historia del día en que le dieron unos correazos por no comerse unos pimientos, tal vez, este sea su recuerdo más recurrente.
El frío, el hambre y las harturas a trabajar que ella pasó, te las tienes que imaginar tú ya, ella no te va a contar mucho más.
Lola Roca fue la hija menor de una familia numerosa. Hija de una posguerra dictatorial e hija también de la letra con sangre entra.
Lola Roca creció en la pobreza castellana, plana y rural de un pueblo sin paisaje de entonces.
A Lola Roca puede que sus circunstancias le rompieran la infancia demasiado pronto, por eso fantasea y, a veces, se traga a si misma en sus propias mentiras de un pasado mejor.
Lola Roca se evade en sus propios cuentos y también en el trabajo.Desde pequeña no ha sabido de otra opción para desenvolverse por la vida.
Lola Roca puede ser la más carismática e ingeniosa en cualquier fiesta o reunión social. Lola Roca puede, también, encandilar a cualquier desconocidx con diez minutos de conversación. Es a solas donde, Lola Roca, tiene todas las dificultades enconadas para relacionarse.
Lola Roca no se trabaja su bloqueo emocional sino que más bien se dedica a apretar su encayada cotana. De ahí su alta presión arterial, porque no se deja fluir la sangre, los sentimientos, el llanto, los te quieros o el dolor.
Lola Roca es una de esas almas fraguadas a base de tabúes familiares.
Lola Roca no recuerda desde cuando tiene su particular telón de aceroentre su corazón y el resto del mundo, ese telón tiene muchas hendiduras que el transcurrir los años le ha ido estrellando.
Lola Roca padece una alexitimia* impuesta por la vida que le ha tocado y voluntariamente perpetuada, porque es en sus silencios donde unicamente sabe desenvolverse en su propia realidad sesgada.
Lola Roca no se quiere dejar diagnosticar.

Foto de Kike López Laredo, Cantabria, Abril 2015 "Amanece que no es poco"
La alexitimia es un trastorno desadaptativo psicológico caracterizado por la incapacidad de identificar y describir verbalmente las emociones y sentimientos en uno mismo y en los demás. El término alexitimia es un acrónimo formado a partir de las raíces de las palabras griegas α- (a-): 'a' restrictiva, es decir, "no"; λέξις (lexis): "habla/palabra" y θυμός (zümós): "emoción/mente". El sustantivo λέξις a su vez proviene del verbo λέγω, que significa "leer". La alexitimia tiene el sentido, pues, de "incapacidad para leer o expresar los sentimientos".[1]
Se trata de un trastorno mental muy extendido entre la población: afecta a una de cada siete personas. En particular, la alexitimia se manifiesta en el 85% de los afectados por trastornos por el trastorno del espectro autista.[2] [3]
Aunque se trata de un padecimiento descrito generalmente en la literatura especializada como de carácter psicológico, los neurólogos han observado en los pacientes alexitímicos, anomalías en una zona cerebral cuya función sería la de vincular el crisol de las emociones con la zona que toma conocimiento de estas emociones, las analiza y las formula. Los que padecen el daño, en lugar de mostrar una actividad cerebral adaptada a la intensidad emotiva de la situación, como es el caso normal, manifiestan una actividad o demasiado débil o demasiado intensa, que perturba la apreciación justa de la experiencia emocional.

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