lunes, 21 de julio de 2014

Lola Roca XLVII

Lola Roca es de mirada inquieta, como los picores. Curiosa, habladora, madre, compañera, hermana y comunicadora.
Desde pequeña, aún siendo la mayor, coge carrerilla, no hay quien la pare. 
Ella es la primera del clan, facilitadora de caminos. 
Lola Roca lleva la familia siempre en mente, alma y corazón.
Lola Roca es muy para fuera, no puede evitarlo. Sinceramente, tampoco lo ve algo que tenga que evitar, ella es de mostrar y de abrir ventanas.
Lola Roca siente distinto una vez que sube el telón. 
Lola Roca, de vez en cuando, se debate entre bambalinas y discute con sus prioridades.
Lola Roca no trabaja, ella interpreta. Como en todas las profesiones vocacionales se debate entre el sin un duro y el goce intrínseco de vivir del arte.
Lola Roca no tiene una salud de hierro, lo que tiene de hierro es la voluntad. Tras días con sabor a eternidad en un hospital, el hacerse a las cicatrices le está costando, pero ella es de avanzar, aunque a veces para ciertas cargas tenga que sudar más de lo normal.
Ella dramatiza la vida, ve posibilidades de hacer su obra en todos los escenarios.
Lola Roca manifiesta su desasosiego, mujer que lucha y reivindica, fuertes son sus andares, lleva henna y libertad siempre en la cabeza.
Lola Roca pide al cielo más puro teatro, más puro teatro para lo suyo, lo nuestro y lo de todxs.

Lola Roca tiene el corazón tan rojo como su ideología y tan grande como sus ideales.
Atardecer,Laredo,Cantabria, foto de Kike López, Junio 2014.

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