martes, 7 de junio de 2016

Lola Roca XCVII

Lola Roca aunque biológicamente tenga mucha más edad de la que aparenta, realmente nunca ha salido de los diez años.
Igual que nunca ha salido de su ciudad natal al volver del internado.
Lola Roca fue criada en esa época en la que todas las niñas con cualquier tipo de diversidad funcional eran enviadas a un colegio de monjas.
Así, Lola Roca aprendió a leer la letra que con sangre entra.
A Lola Roca no le vino la regla hasta los 23 años y aunque ya anda menopáusica pérdida, aún cuenta con dolor como una monja la llamaba "machorra" por no haberse desarrollado cuando el resto de compañeras ya tenían su regla, como dios manda.
Tras su etapa en el internado volvió a su casa, pero ya nada era igual a como lo dejó: sus hermanas se marcharon para sólo venir en Navidad y Semana Santa y cuando su madre y su padre se marcharon para no volver, sus hermanas empezaron a dejarla sola las fiestas de guardar.
Antes incluso de sentirse tan sola, Lola Roca empezó a hacer lo que no le habían dejado hacer de pequeña: empezó a jugar con muñecas y a ver dibujos animados a todas horas.
Quien no la conozca sólo verá un síndrome de Diógenes mal gestionado, pero, en verdad, Lola Roca se pasa el día jugando.
Está siendo en la vejez la niña juguetona que no la dejaron ser.
Baños del Carmen, Málaga, junio 2016.


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