lunes, 5 de mayo de 2014

Lola Roca XXXVII

Lola Roca tiene cicatrices inexplicables casi en todas las partes de su cuerpo, la que le cruza la garganta, probablemente, sea de las más espectaculares que colecciona.
Lola Roca es de primera infancia difusa, obtusa, turbia y no muy recurrente en sus conversaciones.
Tiene catorce años, dos casas de acogida, una familia de adopción, muchos nervios y un retraso madurativo, que le dan ese toque tan especial.
Lola Roca arrastra los pies y la mochila entrando cada mañana al instituto.
Su padre no le deja coger el autobús para subir la calle que va de su casa al centro escolar  y ella a veces se monta.  Le desobece en eso, como en muchas otras cosas, sin cargo de conciencia.
No se siente otra cosa que incomprendida, no sabe definirse, le da patadas en la silla al compañero del asiento de adelante.
Lola Roca es fruto de las clases de apoyo y diversificación, tiene muchas horas de aula de convivencia encima y algún que otro parte pero le da igual, completamente.
Lola Roca es una superviviente del maltrato infantil y de la adolescencia desarraigada en una tierra de nadie.
Lola Roca vive entre la ansiedad, el trastorno de déficit de atención y las hormonas en un constante devenir.
A ratos, le gustaría salirse de ella misma para no volver, ni cuesta arriba, ni andando, ni en autobús.
Lola Roca dando voces, tumbos y patadas a lxs ordenes y a la vida, espera en el pasillo el cambio de clase.

Bhaktapur, Nepal, Junio 2013.

2 comentarios:

  1. Muy chulesco!! Un besote

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  2. A Lola Roca la invitamos a unos espetos y unos tintitos de verano y se le quita Tó! :)

    Abrazo

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