Lola Roca se debate entre el bien
y el mal.
Decisiones a todas horas, a cada instante, con cada respiración:
izquierda o derecha, abrochado o abierto, arriba o abajo, abrir o cerrar,
correr o esperar,…
Intenta descifrar mensajes
contradictorios continuamente.
Es tan sólo el principio de lo que la vida le
depara en este despertar hormonal que Lola Roca está experimentando.
Lola
Roca tiene 11 años y una curiosidad pasmosa que plasma en todo lo que hace.
¿Cómo no? Tiene el mundo por investigar.
Lola Roca vive con su familia… a
veces ejemplos de lo que no quiere ser de mayor.
Alguna noche Lola Roca se
duerme entre gritos que retumban su somier. Otras noches se duerme sin saber
dónde está su madre, sospechando que al día siguiente será otro domingo de
ojeras y resaca materna.
Lola Roca tiene dos mamás, la
biológica juerguista madre precoz, ya treintañera, y la abuela-mamá. Las dos
mamás de Lola Roca discuten mucho.
También convive con un hijo de la
abuela, que también discute con su mamá biológica pero que a Lola Roca no le ha
hecho mucho caso nunca.
La cuarta figura adulta de Lola
Roca es el hombre de sus ojos, si Electra levantara la cabeza sin duda se haría
amiga de Lola Roca, su padre-abuelo abuelo-padre, el que más le da e inculca fe en la
humanidad y alimenta su curiosidad.
Lola Roca con el mundo
indescifrable tras su ventana se frota los ojos y sube la persiana a su pubertad.
Málaga, la Bella, día nublado, Enero 2014 |
Lola Roca Roca Lola me tienes enganchado ...
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