jueves, 6 de octubre de 2016

Lola Roca CIII

Lola Roca tiene un gran problema con las tablas de multiplicar, se las empezaron a explicar justo después de que decidiese dejar de entender nada, así que por eso no le entran.

Lola Roca está en edad escolar, nada más y nada menos, con las matemáticas atragantadas, igual que ese nudo en la garganta que no puede tragar.

Y es que a Lola Roca nadie le ha explicado como digerir la pérdida de un ser querido, los cambios bruscos, o la sensación de abandono… Normal que no preste atención al seis por ocho o al tres por siete.

Lola Roca sólo sabe que no quiere aprender nada que le cuenten relacionado con multiplicador, dividendo y divisor, no quiere aprender nada sobre propiedades conmutativas, ni quiere estar en una casa que no es la suya, ni viviendo del colegio a la clase de apoyo extra-escolar.

Lola Roca pasa sentada más de seis horas al día frente a un cuaderno de cuadros, cuando realmente lo único que tiene a cuadros es su alma, que no entiende nada.


Lola Roca tiene una tristeza muy grande en el estómago, de esas tristezas que te suben sabor amargo al cielo del paladar…es que aún no se ha acostumbrado a que la señalen como la nueva huérfana cada dos por tres.
No se acostumbra a que sea prioritario el estudiar a elaborar su duelo…cosas de la infancia… cosas del fracaso vital, digo escolar.

Gracias de corazón a esa profesora de extra escolares que me contó la historia de esta Lola Roca.
Málaga, julio 2016.

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