Lola Roca va a estrenar lavadora, una vez más, pero su
colada es diferente.
Nada de programas cortos, esta vez va ir paso a paso, Lola
Roca va a hacer todo el proceso, de prelavado a vaciado, va a permitirse no
acelerar, va a permitirse realizar sus propios tiempos.
Lola Roca no quiere más prendas desteñidas en su colada.
Se dispone a poner una lavadora con blanco nuclear.
Su cabeza centrifuga porque, por fin, se reconoce que entre
el detergente y el suavizante se secó su amor.
Todos los calcetines se volvieron desparejos a la hora de tender…mal
augurio.
Lola Roca quiere controlar sus propias prendas, sin
culpabilizarse, sin auto-reproches, eligiendo su programa.
El último empujón que recibió hizo finalizar su letargo. Con
la última avería selló una relación de dependencia alienante y paranoica de la
que sólo ha aprendido a separar prendas.
Ahora Lola Roca es consciente de que se quiere más a sí
misma, con sus fases de centrifugado y prelavado, con todas sus etapas y versiones
de enjabonado y aclarado.
Se quiere a ciclos de lavado completos, nadie más va a hacer
que vuelva a saltarse las instrucciones de ningún electrodoméstico.
http://www.youtube.com/watch?v=br1greLZ0qk
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