Lola Roca hoy irá a trabajar con un desgarrón muy grande,
porque otra negra como ella, muy efusivamente, le terminó de romper
la falda…
Lola Roca siente mucho calor en el pecho, calor de lejos,
calor de angustia.
Se seca las lágrimas terminando de colocar las mesas.
Lola
Roca está pasando por su primer duelo transnacional. Hay una tumba a diez mil
kilómetros donde quisiera ir a llorar, pero no puede.
Se acerca la hora de cenar y aún tiene a medio montar la
terraza. Lola Roca en esa terraza tiene ratos de desconsuelo arrollador, de
demasiado calor.
Lola Roca ahora procesa el significado completo de la
expresión vivo recuerdo . Ella sigue sintiendo y dando esos abrazos, que últimamente, llegaban
vía Skype.
Lola Roca rehúye de las atenciones excesivas igual que de las
miradas de compasión porque le hacen sentir más vulnerable y tiene que atender
a la clientela dando las buenas noches sin moquear.
Pese al dolor que le arde por dentro Lola Roca no olvida la
familia que tiene aquí, aunque su alma ahora esté más allá.
Lola Roca valora y nutre
mucho al amor, que aquí y allá, la rodea, sabe que eso es lo que no permite que se queme en la parrilla del asador donde trabaja.
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