Lola Roca es de pueblo emigrada a la ciudad, ya no podía más.
Alimentó durante toda su infancia, preadolescencia, adolescencia
y primera madurez a toda alma sedienta
de vida ajena de una población de unxs tres mil ciudadanxs.
Lola Roca se fue fuera, todxs sabían que para volver nada más que para bodas,
bautizos, entierros y comuniones y alguna que otra fiesta de guardar, pero se
fue.
Muy tiesa ella.
Lola Roca se fue dejando sin palabras a todo el mundo al que
tanto había dado que hablar.
A Lola Roca le siguen saliendo cosas de ser de pueblo por
muchos años que lleve en la ciudad y por muy urbanita que se crea. Así, Lola
Roca se infla los carrillos cual hámster enjaulado frente al comedero en todas
las inauguraciones, alternando el canapé con el sorbo a la copa de vino, casi
de manera compulsiva.
Lola Roca es una diva genia mutante de su ciudad. La invitan
a muchas inauguraciones, ojalá pudiera ir a todas.
Lola Roca tiene una visión del mundo tan multidimensional
que no le caben más facetas debajo de la gorra.
Lola Roca tiene un
escenario, ahí vive de alquiler porque es un alma errante. Comparte casa con
una mascota políglota y muchas vecinas locas del coño.
Lola Roca tiene un trabajo asalariado y otro vocacional, por
eso tiene muchas gorras distintas, una para cada fiesta.
Lola Roca no tiene paredes, tiene murales, collages y todo
lo que pueda fijar al gotelé para que no se le vean los muros de carga.
Lola Roca tiene los pilares muy bien puestos.
Lola Roca ve toda superficie y espacio digno de arte por eso
monta homenajes a Pedro Almodóvar en todo wc que puede.
Es ver a Lola Roca y tener ganas de que te mire con esos
ojos curiosos que tiene, porque su visión del mundo traspasa, transgrede y te hace
sentir.
Lola Roca precursora, pionera, loca y valienta.
Arte.
Oranienstrasse, Berlín, Alemania. Febrero 2014. |