Lola Roca vive en
una casa de puertas y ventanas abiertas, por eso siempre está con la mente ventilada.
Además, le llueven
las visitas nutritivas a su hogar, aunque ahora uno de sus gatos no pare mucho
por casa.
Algunas noches, cuando
tiene over-booking inesperado en el salón, su hermana le sube cena casera.
Lola Roca es domésticamente
familiar.
Lola Roca es una
sanadora chamánica. Cura los dolores a través de la escucha activa en camilla.
Tiene ese don, Lola Roca es capaz de solucionarte cualquier cosa a partir de
las caricias, los aceites esenciales, el calor y el mimo.
Lola Roca tiene
blanqueados los rizos de las sienes porque es una filósofa, se lo descubrió a
voces un alumno iraní.
Lola Roca piensa, siente
y late mucho.
Lola Roca no sólo
cura, también forma y moldea almas y mentes con enseñanzas de sabidurías
ancestrales.
Hizo de las terapias
alternativas su prisma y perspectiva de vida.
Ella, estudiosa, curiosa y
permeable, aprende artes marciales, biodanza e incrementa su familia a cada
paso de tai-chi o masaje.
Lola Roca tiene esa
mirada mágica pudiendo descifrar en un par de palmadas geometría sagrada.
Lola Roca disfruta
de las ensaladas muy verdes, de la soledad,de viajar para sumergirse y de meditar
en su terraza nada más levantarse.
Sabe que el Universo
provee y Lola Roca confía.
Así, a veces, le regalan trozos de bizcocho,
libros-joyas antiguos o manojos enormes de perejil y se le solucionan las
tardes perdidas de trabajo.
Lola Roca respira
hondo y da gracias.
Ella es más que una
ciudadana del mundo una luz blanca del universo.
Arco Iris, foto de Ana Mª del Olmo Moreno, Albarreal de Tajo, Toledo, España, septiembre2014. |