martes, 26 de agosto de 2014

Lola Roca L

Lola Roca es de voz dulce y de pasión a flor de piel.

Mujer mediterránea que podría alimentarse sólo a base de música y aceite de oliva.

Con cualquier chispazo se transforma en emoción.

Lola Roca tiene el pelo muy largo para lo bajita que es, aunque se le enreda más el corazón que la melena.

Lola Roca camina a picos emocionales entre un instante y otro.

Ella es puro fuego, altamente inflamable. 

Se enciende, se arde y consume de entrañas para dentro y de pestañas para fuera.

Lola Roca es capaz de correrse con una canción aunque a veces ni se dé cuenta, ni lo quiera, ni lo noten.

Lola Roca regala cosas de lunares a sus compañeras y da besos de bulerías cuando está contenta.

Lola Roca derrocha energía allí por donde va, comunicadora nata, le cuesta dejar de hablar porque ella se sabe con el universo desbordándosele garganta arriba.

Lola Roca tiene las cuerdas vocales de guitarra flamenca.

Lola Roca rezuma intensidad andaluza. 

Lola Roca arde al puro compás.

El Tobar, Cuenca, verano 2014.



lunes, 11 de agosto de 2014

Lola Roca XLIX

Lola Roca viaja a la modernidad tras apenas tres horas surcando el cielo en un low-cost. 
Lola Roca tiene muchos hogares repartidos por toda la Pachamama porque ha ido haciendo vínculos a lo largo del camino. Sí, Lola Roca es de esas personas afortunadas, tiene mucho donde querer.
Como dicen “el amor mueve el mundo”, es la principal causa por la que Lola Roca viaja. Ella lo hace para volver a fundirse en abrazos.
Lola Roca se confirma adicta a la atmósfera única que tienen los reencuentros.  Después llora mucho con cada despedida y sorbiendo mocos empieza a planear el próximo vuelo, una y otra vez, una y otra vez…
Pero este último viaje ha sido astral, ha salido de toda atmósfera conocida y la gravedad no va a volver a sentarle igual después de tanto levitar… se le pasan conceptos nuevos por la mente, la entrepierna y el alma…intenta verbalizarlo y le salen expresiones del calibre de experiencia religiosa, difícil definir tanto calor verde…
Lola Roca se nota con rayos de sol en la punta del pelo, pinta con muchos rotuladores y ceras blandas. 
Ese vértigo emocional que le sube de las entrañas a la punta de los dedos hace que sólo sepa colorear sin parar.
Lola Roca intenta estrellar su risa en todas partes, como para dejarlo todo inaugurado.
Lola Roca a veces se siente a naufragar y otras va volando… con las alas que los encuentros con la magia hacen brotarle.
Lola Roca ha vuelto a casa pero se nota más que nunca “desaterrizada”, aún con esos mocos y queriendo despegarse del suelo... una vez más.


Lola Roca. Desplegando alas.
Árbol de Gibralfaro, Málaga, Julio 2014.